MELONES, SANDÍAS Y OTROS PLACERES DEL VERANO 

(Oda frutal a las tetas del huerto y su efecto en tu cara)

Si el verano tuviera sabor, sería a sandía recién cortada. Si tuviera forma, sería la curva perfecta de un melón a punto. Y si tuviera mood, sería ese en el que estás medio dormido después de una buena comida, sonrisa a media asta, cara al sol y la boca llena de pepitas.

 

Hoy venimos a hablarte de las frutas que nos hacen volver a la infancia, al chiringuito y al bronceado perfecto. Pero también, ojo, de cómo pueden ayudarte a cuidar tu piel. Porque sí, los melones y las sandías no solo te refrescan: también te mejoran esa carita que parió mare

1. LAS TETIFRUTAS DEL VERANO: REDONDAS, TURGENTES Y LLENAS DE AGUA 

Vamos a los básicos. El 90% del cuerpo humano es agua, salvo cuando tú JoseMari te empeñas en amortizar la pulsera del todo incluido. Y en verano, entre sudor, sol y postureo en la terraza, nos deshidratamos más que un nórdico en Ibiza.

 

Ahí entran nuestras heroínas veraniegas:

  • La sandía: Más de un 90% de agua. Fresca, deliciosa.
     
  • El melón: Algo menos acuoso, pero más dulzón. Y con ese toque sensual que solo una fruta que se come con jamón puede tener.

Ambas hidratan por dentro y eso se nota por fuera: piel más rellenita, más elástica y menos apagada. No hay magia, hay fruta. Disfruta.

2. ANTIOXIDANTES: LO QUE PASA A TU PIEL CUANDO COMES MELÓN (Y NO ES LO QUE CREES)

Estos dos clásicos del verano también tienen lo suyo en el departamento bioquímico:

  • La sandía va bien cargadita de licopeno, un antioxidante que ayuda a proteger la piel de los daños del sol.
     
  • El melón se marca un combo de vitamina C y betacarotenos, claves para la producción de colágeno y un tono doradito natural (sin filtros).

Así que sí, la fruta también se pone la camiseta de ayudante cutáneo. Tú solo cómetela a doble (Alba) carrillo y sonríe.

3. NOSTALGIA Y PEPITAS

¿Te acuerdas de esos veranos eternos de cuando no había facturas ni correo laboral? Solo tardes con el ventilador girando, un trozo de sandía enorme entre las manos, y la pelea por quién escupía la pepita más lejos. O ese melón partido al medio, con cucharas compartidas y risas que saben a sol, sal y siesta.La fruta de verano también es refugio emocional, jugo de infancia, momento sin prisa. No solo alimenta y llena la basura de petitas: te transporta.

4. FRUTAS LIGERITAS PARA BARRIGUITAS FELICES

No todo lo que comes en verano te deja igual de plano. Hay comidas que te hinchan como un flotador y otras, como el melón y la sandía, que te hacen sentir ligero, fresco y listo para seguir haciendo el vago y evitar que la curva de la felicidad haga su aparición antes de la vuelta al cole. ¿Por qué? Porque estas frutas tienen poderes ocultos:

  • Son diuréticas: Ayudan a eliminar líquidos (sí, esos que hacen que no te quepan los pantalones cortos del año pasado).
     
  • Son digestivas: Especialmente el melón, que contiene enzimas que pueden echarte un cable cuando te has pasado con la paella.
     
  • Y además, tienen fibra suave, que te ayuda a mantener “el tránsito veraniego” en orden sin dramas.

Así que sí: además de refrescarte y mimarte la piel, también cuidan de tu panza con cariño.

5. EL AFTER CON MÁS SABOR A VERANO: MELONIZER, EL BRONCEADO QUE SE QUEDA CONTIGO

¿Y si te decimos que puedes seguir exprimiendo todo lo bueno de estas frutas… pero en tu piel?

 

Melonizer es nuestro aftersun prolongador del bronceado con extracto de sandía y melón. No solo huele como una mañana de agosto en la hamaca, sino que ayuda a hidratar, calmar la piel y mantener ese tono dorado que tanto te curraste bajo el sol.

  • Textura ligera.
     
  • Frescor inmediato.
     
  • Aftersun + prolongador del bronceado (sin afectar a la melanina).
     
  • Y un aroma que dice: “sí, he venido a que me miren”

Porque después del sol, lo que tu piel quiere no es hielo. Quiere melón.

CONCLUSIÓN: COME FRUTA, TOCA MELÓN, CUIDA TU PIEL

¡EL VERANO ESTÁ PARA DISFRUTAR!
Para chuparse los dedos, escupir pepitas al suelo y dejarse llevar por la gravedad del calor.
Pero también para cuidarse, hidratarse y lucir más hot que el asfalto a las cuatro de la tarde.

Hazlo como quieras. Pero si puede ser con un trozo de sandía en la mano y Melonizer en el neceser, mejor.

P.D.: El blog de esta semana viene patrocinado por la fruta y producto del verano: Melonizer; aftersun + prolongador del bronceado. Ponte el doble de moreno en la mitad de tiempo y te dura el doble. Y melón con jamón.

MELONES, SANDÍAS Y OTROS PLACERES DEL VERANO 

(Oda frutal a las tetas del huerto y su efecto en tu cara)

Si el verano tuviera sabor, sería a sandía recién cortada. Si tuviera forma, sería la curva perfecta de un melón a punto. Y si tuviera mood, sería ese en el que estás medio dormido después de una buena comida, sonrisa a media asta, cara al sol y la boca llena de pepitas.

 

Hoy venimos a hablarte de las frutas que nos hacen volver a la infancia, al chiringuito y al bronceado perfecto. Pero también, ojo, de cómo pueden ayudarte a cuidar tu piel. Porque sí, los melones y las sandías no solo te refrescan: también te mejoran esa carita que parió mare

1. LAS TETIFRUTAS DEL VERANO: REDONDAS, TURGENTES Y LLENAS DE AGUA 

Vamos a los básicos. El 90% del cuerpo humano es agua, salvo cuando tú JoseMari te empeñas en amortizar la pulsera del todo incluido. Y en verano, entre sudor, sol y postureo en la terraza, nos deshidratamos más que un nórdico en Ibiza.

 

Ahí entran nuestras heroínas veraniegas:

  • La sandía: Más de un 90% de agua. Fresca, deliciosa.
     
  • El melón: Algo menos acuoso, pero más dulzón. Y con ese toque sensual que solo una fruta que se come con jamón puede tener.

Ambas hidratan por dentro y eso se nota por fuera: piel más rellenita, más elástica y menos apagada. No hay magia, hay fruta. Disfruta.

2. ANTIOXIDANTES: LO QUE PASA A TU PIEL CUANDO COMES MELÓN (Y NO ES LO QUE CREES)

Estos dos clásicos del verano también tienen lo suyo en el departamento bioquímico:

  • La sandía va bien cargadita de licopeno, un antioxidante que ayuda a proteger la piel de los daños del sol.
     
  • El melón se marca un combo de vitamina C y betacarotenos, claves para la producción de colágeno y un tono doradito natural (sin filtros).

Así que sí, la fruta también se pone la camiseta de ayudante cutáneo. Tú solo cómetela a doble (Alba) carrillo y sonríe.

3. NOSTALGIA Y PEPITAS

¿Te acuerdas de esos veranos eternos de cuando no había facturas ni correo laboral? Solo tardes con el ventilador girando, un trozo de sandía enorme entre las manos, y la pelea por quién escupía la pepita más lejos. O ese melón partido al medio, con cucharas compartidas y risas que saben a sol, sal y siesta.La fruta de verano también es refugio emocional, jugo de infancia, momento sin prisa. No solo alimenta y llena la basura de petitas: te transporta.

4. FRUTAS LIGERITAS PARA BARRIGUITAS FELICES

No todo lo que comes en verano te deja igual de plano. Hay comidas que te hinchan como un flotador y otras, como el melón y la sandía, que te hacen sentir ligero, fresco y listo para seguir haciendo el vago y evitar que la curva de la felicidad haga su aparición antes de la vuelta al cole. ¿Por qué? Porque estas frutas tienen poderes ocultos:

  • Son diuréticas: Ayudan a eliminar líquidos (sí, esos que hacen que no te quepan los pantalones cortos del año pasado).
     
  • Son digestivas: Especialmente el melón, que contiene enzimas que pueden echarte un cable cuando te has pasado con la paella.
     
  • Y además, tienen fibra suave, que te ayuda a mantener “el tránsito veraniego” en orden sin dramas.

Así que sí: además de refrescarte y mimarte la piel, también cuidan de tu panza con cariño.

5. EL AFTER CON MÁS SABOR A VERANO: MELONIZER, EL BRONCEADO QUE SE QUEDA CONTIGO

¿Y si te decimos que puedes seguir exprimiendo todo lo bueno de estas frutas… pero en tu piel?

 

Melonizer es nuestro aftersun prolongador del bronceado con extracto de sandía y melón. No solo huele como una mañana de agosto en la hamaca, sino que ayuda a hidratar, calmar la piel y mantener ese tono dorado que tanto te curraste bajo el sol.

  • Textura ligera.
     
  • Frescor inmediato.
     
  • Aftersun + prolongador del bronceado (sin afectar a la melanina).
     
  • Y un aroma que dice: “sí, he venido a que me miren”

Porque después del sol, lo que tu piel quiere no es hielo. Quiere melón.

CONCLUSIÓN: COME FRUTA, TOCA MELÓN, CUIDA TU PIEL

¡EL VERANO ESTÁ PARA DISFRUTAR!
Para chuparse los dedos, escupir pepitas al suelo y dejarse llevar por la gravedad del calor.

Pero también para cuidarse, hidratarse y lucir más hot que el asfalto a las cuatro de la tarde.
 

Hazlo como quieras. Pero si puede ser con un trozo de sandía en la mano y Melonizer en el neceser, mejor.

P.D.: El blog de esta semana viene patrocinado por la fruta y producto del verano: Melonizer; aftersun + prolongador del bronceado. Ponte el doble de moreno en la mitad de tiempo y te dura el doble. Y melón con jamón.

Melonizer

Aftersun con efecto prolongador del bronceado.
Repara, calma e hidrata la piel después de un día de sol y, además, prolonga e intensifica tu moreno.

25,99 €