Seguro que ya intuías que el sudor no retirado, la fricción de la ropa de licra o el contacto con superficies llenas de bacterias no eran la mejor combinación para tus poros.
Pero lo que a lo mejor no sabías, es que la mayoría de suplementación post-entreno tampoco ayuda:
- ¿Proteína tipo whey? contienen IGF-1 (factor de crecimiento similar a la insulina), una molécula que estimula la producción de sebo.
- ¿Creatina? puede aumentar los niveles de DHT (dihidrotestosterona), una forma más potente de la testosterona. Esa subida hormonal extra puede estimular las glándulas sebáceas.
- ¿Los ‘atajos’? ehem ehem. Pues es que están pensados para alterar el equilibrio hormonal directamente disparando inflamación y sebo.
Ah, y los pedos… pero bueno, eso es otra incomodidad para otro post.
Conclusión: el gym te da músculo... y como te pongas muy a saco, también granos.